miércoles, 11 de marzo de 2009

SAM SAM III


ÁFRICA EN MI CORAZÓN






Este es un relato de algo más que un simple viaje a África.
Ahora mientras recuerdo lo sucedido no puedo evitar sentir los colores, ni los olores y sobre todo se me eriza la piel al sentir el cariño con el que fuimos recibidos.






EL PROYECTO







Las escuelas de Sam Sam son escuelas situadas a 20km de Dakar, en ellas se imparte clases a niños en una zona realmente deprimida y con graves carencias en todos los aspectos.



En una de esas escuelas se imparten clases a las niñas de ordenadores y costura para a partir de ella crear micro empresas dirigidas por ellas, en la actualidad hay una cooperativa que coordina dichas microempresas.



La persona que supervisa estas actividades es Etelvina una Berciana que pelea todos los días para sacar adelante a esta gente y mi heroína.





A través de Victor, su sobrino, se pusieron en contacto conmigo para resolver un grave problema para sus clases como es el corte de energía eléctrica cada cierto tiempo y el precio desmesurado de está.



Sin pensarlo desarrollé un proyecto solar y eólico de autoabastecimiento, con esa base intenté modestamente sentar los pilares de otro proyecto educativo, partiendo como punto de partida de esta instalación.





Este proyecto educativo incluye todo tipo de máquinas que pueden construirse ellos mismos , cocinas solares, depuradoras de agua de energía solar, biodiesel, bombas de pozos, etc.
Este proyecto se realizaría en una nueva escuela en construcción para chicos, con la misma filosofía que la anterior.



Desgraciadamente en la época de lluvias se inundó todo, como podeis ver en la parte de abajo de la escuela y solo quedó dinero para un mini proyecto solar, que solo alimentaba ordenadores y algunas máquinas de coser.







EL VIAJE



Con mucha ilusión metimos las maletas en un furgón, llevábamos un montón de cuadernos, bolígrafos, caramelos, muñecos y muchísimas cosas que se nos fueron ocurriendo gracias a nuestros correos con Etelvina.




Nos despedimos con una buena nevada que casi nos deja parados, pero el espíritu aventurero del grupo la superó sin dificultad hasta llegar a Madrid, donde nos encontramos Eduardo, otro compañero que además volaba en parapente (que más se puede pedir).


Al final en el aeropuerto estábamos Victor, José Antonio, Diego, Eduardo y por último yo.

Cuando la de facturación vio el equipaje casi le da un soponcio, todas las maletas sobrepasaban el peso ampliamente. No os imagináis las caras del personal cuando abríamos las maletas y salían los caramelos, las muñecas , los cuadernos. La del mostrador no daba crédito, mientras alguno ponía el pié en la báscula para evitar lo inevitable.






Al final lo conseguimos y todos a Dakar




DAKAR







África se te mete en el cuerpo desde el primer segundo, yo había estado ya en Etiopía y sabía lo que nos esperaba al salir.


De repente, cientos de muchachos intentando sacar algo de provecho para poder subsistir, el que no intentaba coger las maletas intentaba conducirte a un destartalado taxi con destino incierto.

En medio de toda esta marabunta Etelvina y una mujer que le está ayudando cuyo nombre, no os lo perdáis, es África (menudo lujo de nombre).

Todos formábamos una especie de escudo humano para proteger las maletas mientras nuestro taxista las metía en algo parecido a unos taxis.


Cuando conseguimos arrancar aquello y empezamos el camino a las escuelas pasó por nuestros ojos toda la crudeza de ese mundo y el impacto fue tal que ninguno podía abrir la boca.
Era tarde y de noche, cientos de chicos a las orillas de la carretera parados, durmiendo en casetas que serían improvisados tenderetes al día siguiente, lugares en donde vender lo que aquí consideraríamos basura pero allí se llama mercancía, hombres colgados en el exterior de furgonetas que en realidad son autobuses, gente caminando sin que se sepa muy bien por qué, niños solos o colgados en la parte de atrás de un coche mientras otros niños llevaban sacos en la cabeza.


Durante el camino la pobreza de las construcciones crecía incrementando nuestro desasosiego hasta que llegamos a nuestro destino.





EN LAS ESCUELAS





Cuando entramos en la casa de los religiosos en donde estaban nuestras literas nos pareció un paraíso en mitad del desierto y nuestras sonrisas al ver su recibimiento fueron como soles.




La comida fué maravillosa y luego a dormir en nuestras superliteras al día siguiente había muchísimo que hacer. Fijaros que cantidad de cosas llevamos.









EL TRABAJO





A las ocho estábamos abajo con un fantástico desayuno, con mermeladas que hacen en la cooperativa de chuparse los dedos, con frutas cuyo nombre soy incapaz de recordar, lo cierto es que casi me zampo yo solo alguno de esos tarros.


Después a organizarse y a trabajar.




El trabajo fue duro y productivo, conseguimos montarlo todo, eso si, por las noches acabábamos muertos, tanto es así, que ni los gritos ensordecedores de los imanes de las mezquitas mezclados con la música senegalesa que no se rendía ante semejante competencia podía enturbiar nuestro profundo sueño.


Tuvimos un problema serio con uno de los equipos electrónico pero nos la jugamos desmontándolo, hasta que se resolvió con el consiguiente alivio ya que este equipo fue llevado por la caravana solidaria desde Barcelona y el recorrido fue muy arduo y no exento de golpeteos (toda una heroicidad llevar eso hasta allí).


Cuando el sábado estábamos a punto de terminar a mediodía, las alumnas fueron bajando y se quedaban en el patio formando un corro. De repente dieron palmas y se pusieron a cantar mientras nos llamaban. Fue emocionante, bajamos todos con una sonrisa y con cara de estupor mientras nos acoplábamos a la fiesta improvisada en nuestro honor.




Después de que los europeos hiciésemos el ridículo un rato intentando seguir sus bailes una de las maestras nos agasajó con un precioso discurso de agradecimiento al cual correspondimos como pudimos.




SAM SAM





El barrio está formado por casas destartaladas, que a mi, ahora, me parecen un oasis, pero que desde el punto de vista de un occidental, no tienen ninguno de los servicios básicos.




El barrio carece de saneamiento por lo que suelen hacer agujeros en el suelo donde van a para las aguas fecales cuando se llenan los tapan y abren otros.




La mezcla de olores en la calle es increíble, las basuras se acumulan y las aguas subterráneas están contaminadas, a eso hay que añadir las inundaciones que se producen cada poco al no existir ningún tipo de red, en las fotos no hay ríos ni lagos son todo charcos que obligan a construir pasarelas para acceder al colegio de niños.


Sin embargo hay algo que cambia todo, LAS PERSONAS.




Todas las mujeres eran delgadas, guapas y altísimas estaban vestidas con trajes de colores absolutamente impecables y preciosos. Caminaban por la calle estiradas con una elegancia que nos embelesaba a todos. Sonreían constantemente como si estuviesen en una pasarela de moda era increíble.


Los hombres eran igual que las mujeres y no había uno que no tuviese las ropas impecables.
Los niños vivían su paraíso particular entre basuras, estaban solos, o quizás no, ya que estaban vigilados por todos, eran pocos los coches que osaban acercarse por allí.




Cuando podía descansar me sentaba en el suelo, a contemplar el barrio y veía como los niños me abrazaban y me acariciaban el pelo.




Mientras, el contraste de ver pasar a auténticos modelos en mitad de aquello, caminando con esa elegancia tenía saturados todos mis sentidos.




La música senegalesa me eriza el pelo en contraste con la etíope lo que incrementaba esa sensación de estar en el paraíso de las sensaciones.




Por la noche caminamos por el barrio acompañados de ellos y la sensación era tan agradable que no podría describirla con facilidad, solo os diré que estaba en casa.





PRÓXIMOS PROYECTOS




El proyecto de saneamiento y las nuevas escuelas son los siguientes objetivos, para ello lo único que podemos hacer es ayudarles a vender todo lo que producen (auténticas maravillas) desde aquí y presentarlos para la obtención de ayudas a las instituciones europeas.



CONCLUSIONES




Tapar un agujero en un colador puede que sea frustrante para quien no conozca lo que es África, pero para las personas de allí que se pueden beneficiar de ello, es la diferencia entre todo y nada, entre poder dar clase y no poder formarse.



Los compañeros han sido de lujo todos y no podría buscarlos mejores.




Etelvina y África son dos ángeles.





Personalmente yo solo puedo dar las gracias por haber tenido la suerte de conoceros y participar en el proyecto.




Siempre os llevaré en el corazón.































Oscar